segunda-feira, 28 de janeiro de 2013

VITAMINA D



Nutriente MILAGROSO para tu SALUD

Luz solar y vitamina D
La vitamina D no es realmente una vitamina, sino una pro-hormona. Como sea, cumple con un papel destacado para la buena salud de tu cuerpo, porque influye en casi 3,000 de tus 25,000 genes, por lo que juega un papel fundamental en las respuestas de tu sistema inmune.
Compara esta enorme importancia de la Vitamina D con la respuesta limitada de las vacunas. Las vacunas hacen que tu sistema inmune responda a una sola amenaza, y a veces tal respuesta no es la adecuada, porque las vacunas son un producto sintético de laboratorio y de la industria. La Vitamina D, en cambio, es producto de la acción de los rayos ultravioletas del sol sobre tu piel.
No creo que exista algo más natural que recibir la luz del sol, aunque en los últimos años, los fabricantes de cremas y lociones bloqueadoras se han dedicado a invertir cientos de millones de dólares en publicidad para meterte miedo a la luz del sol.
A la vitamina D la podemos describir como un “nutriente milagroso” para tu sistema inmune, ya que hace que tu cuerpo produzca más de 200 péptidos antimicrobianos, que son indispensables en la lucha que tus sistema inmune libra constantemente contra una amplia gama de infecciones.

La estrategia de las vacunas

La presunta intención de una vacuna es la construcción de la inmunidad del cuerpo a través de la exposición del sistema inmunitario a dosis débiles y atenuadas de los organismos infecciosos. Con ello se busca que el sistema inmune los detecte, y se prepare para reconocerlos y atacarlos cuando entren al cuerpo. Sin embargo, esta técnica tiene el potencial de causar enfermedades y afectar de otras maneras nocivas al cuerpo.
De hecho, esta estrategia preventiva en la “guerra contra los gérmenes” a menudo causa una alta carga de daños colaterales. Hay muchos testimonios de dichos daños, y hay una guerra permanente de desprestigio en contra de las voces que se alzan para reclamar. Millones de dólares se invierten para encubrir el extenso daño que ocasionan las vacunas.
El sistema inmunológico de tu cuerpo está diseñado para luchar contra los organismos infecciosos, y será eficaz en dicha tarea siempr y cuando disponga de un suministro adecuado de vitamina D, y otros nutrientes esenciales.
En lugar de ver nuestros cuerpos como impotentes sin la inmunidad sintética proporcionada por las vacunas, hay que reconocer que durante miles de años nuestros antepasados lo hicieron bastante bien con una buena nutrición, luz solar adecuada y aire fresco como el único medio de apoyo a la inmunidad.

Pruebas de la eficacia de la Vitamina D

Un estudio japonés demostró que los escolares que toman suplementos de vitamina D3 fueron 58 por ciento menos propensos a contraer la influenza tipo A. Es una eficacia más alta que cualquier vacuna contra la gripe puede presumir, y no viene con un montón de efectos secundarios potencialmente devastadores.
Y existen numerosos estudios como estos, que muestran la eficacia superior de aplicar estrategias naturales en la prevención de las enfermedades, tales como una adecuada producción de vitamina D. Existen investigaciones en las que se concluye que más de 200 enfermedades están relacionadas con la deficiencia de vitamina D, y por lo tanto, responden  a la suplementación con vitamina D,o mejor aún, a la exposición a luz solar, la cual induce la producción de vitamina D en la piel.

Cómo usar la luz solar para producir Vitamina D

La exposición solar ocasional en tu cara y tus manos no es suficiente para producir vitamina D en cantidades que tu cuerpo pueda aprovechar. Para optimizar tus niveles, es necesario exponer una gran parte de tu piel al sol, y es posible que tengas que hacerlo por más de unos pocos minutos al día. Y, contrariamente a la creencia popular, el mejor momento para estar en el sol para la producción de vitamina D es tan cerca del mediodía como te sea posible.
Así que mas o menos a la mitad del día (aproximadamente entre las 10:00 am y las 2:00 pm) es el mejor tiempo. Esto es así porque es cuando recibes los UVB (Rayos Ultravioleta) más intensamente, y esto a su vez hace que  necesita menos tiempo de exposición  para producir la mayoría de la vitamina D.
En cuanto a la duración óptima de la exposición, tienes que estar lo suficiente para tener en tu piel una ligera sombra de color rosa. Esto puede ser sólo unos minutos para que aquellas personas que tienen la piel muy pálida. Si tienes la piel morena, será necesario un poco más de tiempo, porque la piel de color más oscuro absorbe menos.
Y una vez que hayas llegado a este punto, tu cuerpo ya no fabricará más vitamina D y cualquier exposición adicional sólo le puede causar daños a tu piel. La mayoría de las personas con la piel clara deben de exponerse tan sólo unos 10 a 20 minutos, y con esa cantidad de tiempo tienen para que en su piel aparezca el color rosa. Algunos necesitarán menos, otros más.
En mi caso en particular, todos los días a las 12 (o casi todos, porque a veces no se puede) subo a la azotea, me quito la camisa y dejo que la parte frontal de mi cuerpo reciba la luz del sol. Cierro mis ojos, y mentalmente cuento hasta 500. A continuación, giro y dejo que mi espalda se bañe de luz. Cuento otra vez hasta 500, y eso fue todo. Inténtalo, y verás cómo incluso tu estado de ánimo empieza a mejorar.
Sabel Todd

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