sábado, 27 de dezembro de 2014

LOS BENEFICIOS DEL CAFE


El café reduce el nivel de ácido úrico

Tan sorprendente afirmación la acaba de efectuar Hyon Choi, coordinador de un trabajo realizado en la Universidad de British Columbia de Vancouver (Canadá) y publicado en Artritis Care & Research, tras analizar los datos de la Tercera Encuesta de Nutrición y Salud estadounidense que se hizo entre 1988 y 1994 con 14.000 personas. Según sus datos el nivel de ácido úrico en sangre de las personas controladas descendía conforme aumentaba el consumo de café.
Algo que, sin embargo, no sucede con el té lo que indicaría que ese descenso no se debería a la cafeína sino a otro componente del café por determinar.
Y como según otro trabajo el consumo de café se asocia con niveles más bajos del péptido C –un marcador del nivel de insulina– Hyon Choi sugiere que al haber una evidente relación entre la resistencia a la insulina y un ácido úrico elevado el descenso de éste puede deberse a la bajada del nivel de insulina que provoca el consumo de café. Hasta aquí la noticia. Por mi parte no puedo dejar de manifestar extrañeza ya que otras investigaciones indican lo contrario, es decir, que tanto el nivel de insulina como el ácido úrico aumentan con la ingesta de café. “Y luego dicen que las estadísticas no suelen servir para demostrar una cosa y la contraria”.  FUENTES: Revista Discovery DSalud Nº 97
Lo que se decía ayer: El café es malo para el corazón y, a partir de cierta edad, conviene reducir su consumo al mínimo.
Lo que se dice hoy: Unos 20.000 estudios han examinado el impacto del café en la salud. La conclusión general es que el café es más beneficioso que perjudicial. En comparación con los que no toman café, los que toman de dos a tres tazas al día tienen menor riesgo de sufrir parkinson, cáncer de colon, cálculos de vesícula y cirrosis hepática.
Un estudio en Harvard concluye que seis tazas de café al día reducen el riesgo de diabetes en un 54 por ciento en los hombres y en un 30 en mujeres (el descafeinado tiene la mitad de ese efecto protector). Pero eso no significa “café para todos”: embarazadas, hipertensos, personas con reflujo gastroesofágico, osteoporosis, problemas de ansiedad o insomnio deben limitar su consumo. ¿Cuándo es suficiente? Los expertos recomiendan un máximo de dos o tres tazas al día, con intervalos de varias horas entre ellas.
El café además de ser una excelente fuente de CAFEÍNA, también contiene otros 300 ingredientes activos; sin embargo, sólo uno de ellos tiene valor nutritivo: LA NIACINA . La Niacina, es una vitamina que se produce durante el tostado del café, y una taza de éste contiene 1 miligramo de dicha vitamina: sería necesario beber cerca de 15 tazas de café para cubrir los requerimientos diarios de un adulto. Cualquier otro valor nutritivo presente en el café se debe a la leche y al azúcar que se le agrega.
Algunos estudios han revelado que quienes beben mucho más de seis tazas de café diariamente tienen el riesgo elevado de padecer insuficiencia cardiaca. Sin embargo, este riesgo se asocia más con el método de preparar el café que con el contenido de cafeína.
Cuando el café se prepara con ayuda de una máquina cafetera con filtro metálico, con el expreso o añadiendo agua al café para dejar hervir la mezcla, se liberan dos sustancias que elevan los niveles sanguíneos de colesterol, y esto aumenta el riesgo de padecer insuficiencia cardiaca. Estas sustancias se pueden eliminar a través de un papel y durante la fabricación del café instantáneo. Cuando bebes una taza de café, la frecuencia cardiaca aumenta, al igual que la presión arterial.
La cafeína por sí misma no es un laxante. De hecho, el café descafeinado tiene un mayor poder laxante que los demás y los científicos todavía están tratando de descubrir cuál de las otras 300 sustancias que están presentes en el café es responsable de la estimulación de los movimientos intestinales. Sin embargo, la cafeína es un diurético natural.
POSIBLES RIESGOS
En la actualidad se sabe que, de hecho, el consumo de café con altas dosis de cafeina (110-140mg) reduce el riesgo de cáncer del intestino grueso.
Sin embargo, las mujeres deben limitar su consumo, ya que corren el gran riesgo de padecer osteoporosis después de la menopausia y durante la ancianidad, ya que la cafeína interfiere con la absorción del calcio
Las mujeres embarazadas y las que están amamantando deben limitar su consumo a una taza o dos  al día. Como el feto absorbe la cafeína y la elimina más lentamente que el adulto, los recién nacidos pueden sufrir de síndrome de abstinencia.
El consumo excesivo puede convertirse en un factor que dificulte la concepciónFUENTES: Revista Discovery DSalud Nº 97

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