7 habilidades que tus abuelos tenían y tú probablemente no tienes
“Mi abuela era un profesional en sentarse, tomar una taza de café y mirar por la ventana hacia el jardín, sin aburrirse nunca y sin ninguna otra distracción. Ésa es una habilidad que me resultaría muy útil”, comentó Sharon Hodor Greenthal. “Mi abuela era muy buena administrando el dinero. Ella fue capaz de ahorrar US$ 300 para el pago inicial de una casa, durante la Depresión. Después comenzó un exitoso negocio con mi mamá”, escribió Cheryl De Primio. “Nana podía limpiar toda su casa y lucir encantadora antes de las 9 am“, publicó Denice Loritsch.
¡Qué mujeres! ¿Qué otras habilidades tenían antes las personas? Aquí hay 7 que seguramente tus abuelos dominaban y ustedes no:
1. Cocinar desde cero
2. Costura (remendar)
Hoy en día, si la ropa se rompe o si tus calcetines tienen agujeros, por lo general, compramos ropa nueva. Por otra parte, tus abuelos zurcían los calcetines viejos y arreglaban todo lo que necesitara reparaciones. Claro, todavía existen personas que sí saben coser. Sin embargo, debido a los recortes en el presupuesto y la débil demanda, muchos sistemas escolares han eliminado las clases de costura del plan de estudios, lo que significa que un menor número de jóvenes tienen la oportunidad de aprender. A pesar de esto, muchos de nuestros lectores nos han dicho que es un arte perdido que les gustaría ver revitalizado.
3. Hacer conservas
Aunque el aumento en los precios de los alimentos y la popularidad de la jardinería han llevado a más gente a dedicarse al enlatado de comida, todavía no se trata de una habilidad que la mayoría de los jóvenes haya perfeccionado. Pero puedes apostar que tus abuelos sí. Para aquellos de ustedes que estén interesados, existen dos tipos de procesos de enlatado que son seguros: hervir las conservas en agua y enlatar a presión.
4. Planchar (muy bien)
Aunque muchas de sus abuelas probablemente planchaban casi todo -desde ropa interior, fundas de almohadas y hasta los pañuelos- sería muy difícil encontrar a alguien de 20 y tantos años que lo haga. En un mundo donde la ropa es de poliéster y donde se venden en las tiendas productos anti arrugas, el planchado se ha convertido en nada más que una arruga en el tiempo.
5. Conocer gente sin el beneficio de Internet
Sus abuelos no podían invitar a salir a alguien por medio de un mensaje de texto, ni tampoco podían invitar a la gente a una fiesta a través de Facebook. Ellos tenían que hablar con las personas. Conocían a los demás a través de una cerca del patio trasero, en la iglesia o en un club social. En la era digital, la gente tiende a hablarle a otro de forma corta y textual, en lugar de conversar cara a cara. Con el fin de favorecer los intercambios reales y significativos, muchos psicólogos recomiendan prohibir los teléfonos y las computadoras dentro de los “espacios sagrados”, como la mesa de la cena.
6. Regatear
Es muy probable que algunos de ustedes hayan regateado sobre los precios de un objeto en alguna feria de las pulgas. Pero les apostamos que sus abuelos eran aún mejores en el arte de la negociación. Ustedes no regatean con el gerente del McDonald sobre el precio de una Cajita Feliz. Sin embargo, en los días en que todo se compraba en tiendas de barrio, los individuos realizaban una gran cantidad de negociaciones con comerciantes.
7. Escribir cartas hermosas
Sí, muchos de nosotros todavía escribimos cartas en papel. Pero probablemente lo hacemos con menor frecuencia de lo que solían escribir nuestros abuelos. Ellos no tenían el lujo del correo electrónico, así que se veían obligados a plasmar físicamente sus pensamientos y sentimientos – tal vez incluso usando una pluma estilográfica – cada vez que querían comunicarse con alguien lejos de casa.
Visto en HuffPost.
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